Hoy
hace una semana que me dieron el alta médica. El miércoles pasado a las 5:30 de
la tarde pasaba consulta con el doctor Leopoldo. Y tras escuchar la confirmación de que me llega
el 100% de sangre a la pierna izquierda y que el parche de la arteria está
totalmente consolidado me dio oficialmente el banderazo de salida a la
temporada 2015. Y como un niño cuando le regalan un balón nuevo, llegue a casa
y me puse esas zapatillas con calas para coger una ‘fuji’ que estaba casi sin
estrenar. Esa primera sensación de volver a ver el mundo sobre dos ruedas fue
genial, era una satisfacción y una liberación psicológica muy difícil de describir.
No voy
a negar que aunque la operación y todas
las pruebas posteriores fueron bien, siempre te queda dentro un pequeño temor,
la pregunta de “¿y si me sigue doliendo?”. Afortunadamente ya puedo decir que
no, que los dolores son los propios de haber estado tres meses haciendo vida
tranquila, agujetas y resacas musculares que padece un cuerpo en baja forma.
Las
sensaciones son raras y positivas, inconscientemente la cabeza cuando hago un
subida o me apretó un poco, está esperando ese antiguo dolor que tan asimilado
tenía mi cerebro. Lo espero pero no llega, que con eso me conformo, lo demás ya
llegará.
Ahora simplemente
me dedico a hacer horas encima de la bicicleta, porque antes de empezar a hacer
trabajo específico tengo que hacer un poco de base. Así que en ello estamos,
haciendo memoria a la musculatura para que se acuerde cómo iba esto de andar en
bici.
Gracias
a todos lo que han hecho posible que vuelva a montarme en una bicicleta.
Comenzando por Giulianno, Paolo… porque todo esto comenzó hace un año en
Italia. Al enfermero Javier del ambulatorio de San Adrian. Y por supuesto a
todo el equipo de cirugía vascular del Hospital de Navarra, con el doctor
Leopoldo a la cabeza, porque gracias a ti mi vida deportiva continua.
Ojala pueda daros la gracias en forma de victoria algún día y con ello poder compensar igualmente a mi familia y a Caja Rural-Seguros RGA por haber depositado la confianza en mí cuando las cosas iban mal y ni tan siquiera sabía el por qué.
Ultima prueba de esfuerzo con el 100% de riego sanguíneo
Prueba de esfuerzo del 24 de diciembre, con un 25% de flujo sanguíneo (pierna izda)