Caminando y solo
andando; porque no me puedo hacer otra cosa hasta nuevo aviso, bueno también
voy algunos días a nadar. Ya solo quedan seis día hasta el día 18 de Marzo que
es la próxima visita que tengo con el médico para revisar como va todo después
de la operación del día 2 de febrero. Los plazos para volver a montar en bici
no eran fijos, entre dos y tres meses en calma y quietud. Pero la verdad es que
la impresión que tengo es que va todo muy bien, algún día si me paso de listo
(fuerzo más de la cuenta) tengo un poco de resaca al día siguiente en la zona
abdominal pero creo y quiero pensar que el miércoles que viene me van a dar el
alta.
Nunca me había parado a pensar que haría después de
que dejar la bicicleta profesionalmente. Y aunque creo que aprovechare para
hacer otros muchos deportes, sobre todo de aventura, siempre andaré en bici…
¿por qué? Porque tengo un pensamiento ciclista, me explico. Ayer estaba
caminando por el monte con dos amigos, llegamos a la cima de Peña de Isasa, y
tras 9,5 kms de subida, automáticamente pienso, ahora todo bajada, de cojones.
Pero… ERROR!!! Cuando sales a pasear, en las bajadas también hay que poner un
pie delante del otro, se tensan los cuádriceps, casi hay que hacer más fuerza que subiendo. En la
bici no, dejas de pedalear, te recuperas, te diviertes con la velocidad, con
los saltos en la MTB, etc
En la ruta de ayer tuvimos mejor día (Cesar, Alberto y
yo) que el pasado miércoles, culpa nuestra que escogimos para subir al monte el
único día que daban mal tiempo en toda la semana, disfrutamos y nos reímos
mucho a pesar de la nevada que nos cayó encima (adjunto fotos). Además tuvimos
la suerte de encontrar un refugio y reponer fuerzas arriba de Sierra Morena con
un bocata, sentadicos y calenticos.
En cambio ayer en peña isasa (1473m) no nos hizo falta
ningún refugio, hacia un día soleado y además de disfrutar del camino con buena
compañía y muchas risas, las vistas desde la cima eran espectaculares.
El día se resumió con 9,5 kms de subida y 6,5 de
bajada (hicimos campo a través que ya había hambre). Llegar a mi casa de San
Adrian y comer un plato de pasta, un poco de sofing viendo la Paris Niza, café
y cada pájaro para su nido. Días así la verdad es que no se pagan con dinero,
salir un poco de la rutina y pasar un buen rato con dos buenos amigos, contando
mentiras, arreglando el mundo y riéndonos de tontadas. Porque como dice Tamara,
“si es que sois más simples”, pues si, “y felices”.
El refugio donde comimos
La nieve nos dejaba la cabeza fria!
Unos guantes para mis manos rojas!!!
Ya queda poco!
Un caminante al borde "la pájara". jeje
Unas vistas increíbles
Cesar en la cumbre
Vistas de la sierra
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