No llego a comprender
como una persona que está toda la vida trabajando tan duro para llegar a ser
piloto de avión puede terminar de esta forma con su vida y con la de otras 149
personas de esta forma tan cruel y absurda. Echar por la borda el trabajo y
las ilusiones de otras vidas de esta manera…
Supongo que nadie nos podemos meter en la cabeza de una mente tan enferma y por mucho que le demos vueltas es incomprensible encontrar un porque a tan injusta acción.
Es un propósito sin sentido, sin lógica, prepararse durante toda una vida para cometer un acto tan atroz, tan absurdo. Destrozando el corazón de los que más te quieren, los que siempre te perdonarían cualquier error, los que te han educado, los que te han dado lo más preciado que alguien te puede dar y tú no has sabido valorar, la vida. Hipotecando con un acto tan egoísta y suicida la vida de sus padres, arrebatandoles la tranquilidad y la paz de sus día a día y hasta el fin de ellos. Haciéndoles soportar una mochila con tanto peso que les lastrará para siempre. Y al igual que creo que los hijos no tienen porque sufrir los errores de sus padres, estos padres no tendrían porque pagar el enorme error de su hijo…
Ha pasado una semana y ya todos damos por hecho con que noticia van a empezar todos los telediarios independientemente de la cadena que suene en tu televisor. Andreas Lubitz es un nombre que como él deseaba todos recordaremos, y su nombre va a cambiar todos los protocolos conocidos hasta hoy en el tema de la aviación. Aunque creo que no va a servir de nada porque después de toda la información que nos han dado, sabiendo que NO fue algo espontaneo, una persona que llevaba durante años padeciendo problemas psicológicos con tendencias suicidas, y que en alguna ocasión dejo saber a una de sus antigüas novias que todo el mundo recordaría su nombre. Desde luego que lo harán, sobre todo esas 150 familias destrozadas; su objetivo ridículo ha sido cumplido. Esas familias recordarán con odio su nombre y para el resto del mundo será el kamikaze del avión.
Andreas Lubitz pondrá nuevas normas sobre el pilotaje de los aviones porque hay que poner soluciones y evitar que atentados así se vuelvan a repetir. Aunque me parece más una medida populista que efectiva. Es normal que a la gente de a pié nos intenten hacer ver que tenemos seguridad en esos medios públicos pero TODOS sabemos que el factor humano es incontrolable, en un avión y en cualquier lugar del mundo, no hay barreras para un desequilibrado de tal calibre. Si a un chiflado se le mete en la cabeza un objetivo tengo claro que se le ocurrirán todo tipo de insensateces para llevarlo a cabo y será difícil detenerle.No puedo ponerme en la cabeza de los familiares, que nada ni nadie va a conseguir consolarles, porque sólo el tiempo amansara su dolor…
OTROS ACCIDENTES AÉREOS
No soy mucho de ver los telediarios porque creo que a diario en el mundo suceden tantas noticias malas como buenas, el problema está en que sólo nos fijamos en las negativas. Así que quiero compartir un vídeo de cinco minutos de un hombre muy positivo que sobrevivió a un accidente aéreo, un avión que a los pocos minutos de despegar perdió los dos motores y tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en el río Hudson de Nueva York. En esta ocasión el avión lo pilotaba un héroe y gracias a su habilidad y a su profesionalidad salvó la vida de todos los pasajeros. En este vídeo este hombre habla de las 3 cosas que aprendió mientras se estrellaba su avión. Aquí resumo sus pensamientos cuando Ric Elias creía que iba a morir.
1º Aprendió que todo cambia en un instante: Pensó en todas las personas a las que quería y no se lo había dicho, pensó en todas esas cosas que queremos hacer pero las postergamos pensando que habrá tiempo para hacerlas, porque nos creemos que somos eternos. Desde entonces ya no espera para hacerlas, las hace!
2º Aprendió que no merece la pena perder el tiempo en cosas que no importan con personas que si importan: dice que entre tener razón y ser feliz, elije ser feliz, por ese motivo ya no discute con su mujer.
3º Aprendió que morir no le daba miedo: no quería morir porque ama la vida, pero que ese momento no fue muy triste. Y su único pensamiento fue “ojala pudiera ver crecer a mis hijos”. Y eso ha hecho desde entonces.Desde ese día su vida cambio positivamente porque la vida le dio una segunda oportunidad y ahora la está viviendo, la está disfrutando. Termina animando al público a preguntarse si están siendo los mejores padres que pueden ser o lo que es lo mismo, para los que no somos padres; ¿Estamos siendo la mejor persona que podemos ser?
Supongo que nadie nos podemos meter en la cabeza de una mente tan enferma y por mucho que le demos vueltas es incomprensible encontrar un porque a tan injusta acción.
Es un propósito sin sentido, sin lógica, prepararse durante toda una vida para cometer un acto tan atroz, tan absurdo. Destrozando el corazón de los que más te quieren, los que siempre te perdonarían cualquier error, los que te han educado, los que te han dado lo más preciado que alguien te puede dar y tú no has sabido valorar, la vida. Hipotecando con un acto tan egoísta y suicida la vida de sus padres, arrebatandoles la tranquilidad y la paz de sus día a día y hasta el fin de ellos. Haciéndoles soportar una mochila con tanto peso que les lastrará para siempre. Y al igual que creo que los hijos no tienen porque sufrir los errores de sus padres, estos padres no tendrían porque pagar el enorme error de su hijo…
Ha pasado una semana y ya todos damos por hecho con que noticia van a empezar todos los telediarios independientemente de la cadena que suene en tu televisor. Andreas Lubitz es un nombre que como él deseaba todos recordaremos, y su nombre va a cambiar todos los protocolos conocidos hasta hoy en el tema de la aviación. Aunque creo que no va a servir de nada porque después de toda la información que nos han dado, sabiendo que NO fue algo espontaneo, una persona que llevaba durante años padeciendo problemas psicológicos con tendencias suicidas, y que en alguna ocasión dejo saber a una de sus antigüas novias que todo el mundo recordaría su nombre. Desde luego que lo harán, sobre todo esas 150 familias destrozadas; su objetivo ridículo ha sido cumplido. Esas familias recordarán con odio su nombre y para el resto del mundo será el kamikaze del avión.
Andreas Lubitz pondrá nuevas normas sobre el pilotaje de los aviones porque hay que poner soluciones y evitar que atentados así se vuelvan a repetir. Aunque me parece más una medida populista que efectiva. Es normal que a la gente de a pié nos intenten hacer ver que tenemos seguridad en esos medios públicos pero TODOS sabemos que el factor humano es incontrolable, en un avión y en cualquier lugar del mundo, no hay barreras para un desequilibrado de tal calibre. Si a un chiflado se le mete en la cabeza un objetivo tengo claro que se le ocurrirán todo tipo de insensateces para llevarlo a cabo y será difícil detenerle.No puedo ponerme en la cabeza de los familiares, que nada ni nadie va a conseguir consolarles, porque sólo el tiempo amansara su dolor…
OTROS ACCIDENTES AÉREOS
No soy mucho de ver los telediarios porque creo que a diario en el mundo suceden tantas noticias malas como buenas, el problema está en que sólo nos fijamos en las negativas. Así que quiero compartir un vídeo de cinco minutos de un hombre muy positivo que sobrevivió a un accidente aéreo, un avión que a los pocos minutos de despegar perdió los dos motores y tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en el río Hudson de Nueva York. En esta ocasión el avión lo pilotaba un héroe y gracias a su habilidad y a su profesionalidad salvó la vida de todos los pasajeros. En este vídeo este hombre habla de las 3 cosas que aprendió mientras se estrellaba su avión. Aquí resumo sus pensamientos cuando Ric Elias creía que iba a morir.
1º Aprendió que todo cambia en un instante: Pensó en todas las personas a las que quería y no se lo había dicho, pensó en todas esas cosas que queremos hacer pero las postergamos pensando que habrá tiempo para hacerlas, porque nos creemos que somos eternos. Desde entonces ya no espera para hacerlas, las hace!
2º Aprendió que no merece la pena perder el tiempo en cosas que no importan con personas que si importan: dice que entre tener razón y ser feliz, elije ser feliz, por ese motivo ya no discute con su mujer.
3º Aprendió que morir no le daba miedo: no quería morir porque ama la vida, pero que ese momento no fue muy triste. Y su único pensamiento fue “ojala pudiera ver crecer a mis hijos”. Y eso ha hecho desde entonces.Desde ese día su vida cambio positivamente porque la vida le dio una segunda oportunidad y ahora la está viviendo, la está disfrutando. Termina animando al público a preguntarse si están siendo los mejores padres que pueden ser o lo que es lo mismo, para los que no somos padres; ¿Estamos siendo la mejor persona que podemos ser?
No hay comentarios:
Publicar un comentario